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Es común pensar que para que una empresa o persona goce del derecho de autor o copyright es necesario hacer un registro formal de cada una de las piezas creadas a su nombre, pero la verdad es que el proceso es mucho más sencillo que eso.
De acuerdo con la Oficina de Copyright de los Estados Unidos, el derecho de autor es un “tipo de propiedad intelectual que protege las obras originales de autoría en cuanto el autor fija la obra en una forma de expresión tangible”.
En plena era digital, las empresas crean y comparten contenido de forma continua. Pero el hecho de publicar tu contenido en la internet no es un pase abierto para la duplicación y reproducción de este material.
La ley de derechos de autor está creada para fomentar el ingenio y la creatividad inteligente, de acuerdo con Rights Direct. La idea es conceder una forma de propiedad de los aspectos creativos de las obras originales a las personas y empresas que las crean.
Es decir, una vez que tu empresa es dueña de fotografías, ilustraciones, programas informáticos, códigos de software, libros, artículos de blog, diseños, obras arquitectónicas, entre otros; se convierte automáticamente en la dueña de su propiedad intelectual. También todo aquel material realizado por los colaboradores.
“Queremos que los demás respeten nuestra propiedad intelectual, así que tenemos que respetar la de los demás”.
– Jennifer T. Mills, Consejera Senior de Propiedad Intelectual
¿Qué derechos tiene tu empresa sobre su propiedad intelectual?
Tu empresa tendrá los siguientes derechos sobre su material original:
· Reproducir copias de la obra original
· Crear contenido derivado de la obra original.
· Distribuir copias de la obra al público en forma de venta, alquiler, préstamo u otra transferencia de propiedad.
· Representar, interpretar y exhibir públicamente la obra.
Estos derechos son exclusivos de tu empresa a partir de su fecha de creación y hasta luego de más de 70 años de la muerte del autor.
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¿Es necesario registrar el contenido producido por la empresa para que cuente con copyright?
La respuesta corta es no, pero indaguemos un poco en este tema.
Una vez que la obra está fijada por tu empresa: un logotipo, un sitio web, un artículo de blog, un ebook, un curso; ya estará protegida por derecho de autor. Pero tu empresa puede incrementar esta protección, si así lo desea.
El registro de una obra será necesario en caso de que quiera hacer valer los derechos de autor ante un litigio. Así podrá solicitar compensación monetaria ante daños y perjuicios, mediante una demanda.
Otra manera de proteger la propiedad intelectual de tu empresa es a través de patentes y marcas registradas. Estas se consideran por separado de la elegibilidad de los derechos de autor. Por ejemplo, las patentes son gestionadas por el gobierno y protegen invenciones o descubrimientos; y el registro de marcas (trademark) protege palabras, nombres y símbolos utilizados para distinguir tus servicios o productos de la competencia.
¿Qué hago si el contenido de mi empresa está siendo utilizado por otros sin autorización?
En caso de que consideres que el derecho de autor de tu empresa está siendo violado por algún tercero, puedes crear y enviar un Aviso de Eliminación de DMCA. Se trata de una notificación oficial dirigida a un proveedor de servicios y que declara que el contenido alojado infringe los derechos de autor.
Cuando estas notificaciones son efectivas y contienen todos los requisitos sugeridos para demostrar la infracción, se incentiva a los servicios de alojamiento a eliminar el contenido duplicado para evitar litigios y gastos penales.
Si quieres conocer más sobre los Avisos de Eliminación de DMCA, visita este blog post:
En resumen, el contenido original que se cree desde o para tu empresa estará protegido por derecho de autor desde el momento que se haga tangible en tu sitio web u otros espacios, incluso sin haber hecho un registro previo.
Si consideras que alguna de tus obras protegidas por derecho de autor está siendo utilizada sin autorización, puedes recurrir a tu agencia de crecimiento para tener una asesoría y tomar las acciones necesarias para proteger tu patrimonio intelectual.